El impacto de la corrupción en las elecciones del Quindío

En las próximas elecciones del departamento del Quindío, se avecinan serios riesgos debido a la corrupción existente en el sistema político. Esto ha llevado a algunos de los lectores habituales de esta columna a solicitar una explicación más explícita sobre los peligros que se presentan. En este sentido, se realizará una explicación más gráfica para entender la complejidad de lo que está en juego para la región.

Para comprender mejor la situación, vamos a imaginar que todos los habitantes del Quindío son tan solo 10 personas. De estas 10 personas, solo 5 deciden ejercer su derecho al voto, mientras que las otras 4 optan por la abstención. Esta falta de participación puede deberse a la falta de credibilidad en el sistema democrático o a la creencia de que el poder real está en las redes de clientelismo y la compra de votos.

De los 5 votantes, uno de ellos representa el voto en blanco, el voto nulo y el voto no marcado. Esto significa que en realidad solo 4 personas están tomando decisiones en las elecciones. Además, al ser una elección por mayoría simple y no tener segunda vuelta, el candidato que obtiene más votos es el elegido para representar a los otros 8.

Sin embargo, el problema no acaba ahí. Supongamos que uno de los candidatos invierte una gran cantidad de recursos en su campaña, parte de los cuales están registrados en los libros de contabilidad y otros que permanecen invisibles. Estos recursos invisibles, que pueden superar los 10.000 millones de pesos en el Quindío, son pagados con recursos presupuestales públicos y con contribuciones de actores desconocidos.

Además, el candidato recibirá una compensación económica por su participación en las elecciones, y parte del presupuesto público será destinado a repartir entre los partidos que lo apoyaron, alimentando así la maquinaria de la corrupción. Esta situación plantea serias interrogantes sobre qué quedará para el departamento y sus ciudadanos cuando el gobernante tenga que repartir el presupuesto estatal.

La compra de líderes, el pago de votos y las triquiñuelas de los grupos políticos no santos, pero con prestigio debido a su afiliación partidista, son financiadas por el conjunto de la población. Estos grupos tradicionales en política realizan estas inversiones multimillonarias con la esperanza de que haya una alta abstención y un voto en blanco significativo, lo que les garantizaría el control del proceso electoral.

Esta situación es alarmante, ya que la corrupción no solo se lleva recursos económicos, sino también sueños, esperanzas y el futuro de los ciudadanos del Quindío. Los malos políticos continúan ganando las elecciones debido a la resignación y falta de participación ciudadana. Es fundamental que los ciudadanos salgan a votar de manera consciente, evitando así que estas maquinarias corruptas se sigan beneficiando de sus impuestos y perpetuando su poder.

En conclusión, el departamento del Quindío se enfrenta a serios riesgos en las elecciones debido a la corrupción existente en el sistema político. Es responsabilidad de los ciudadanos informarse y participar activamente en el proceso electoral, eligiendo a candidatos que representen sus intereses y no estén vinculados a prácticas corruptas. Solo así se podrá cambiar el rumbo y garantizar un mejor futuro para todos.


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Escrito por

Redacción Arena Política