El departamento de Sucre, ubicado en el norte de Colombia, se encuentra sumido en una profunda crisis de inseguridad y violencia que amenaza la estabilidad en pleno proceso de elecciones regionales. En lo que va del año, se han registrado 248 muertes violentas, incluyendo cinco crímenes en un lapso de 24 horas. La gran mayoría de estos crímenes son producto del sicariato y han ocurrido en la ciudad de Sincelejo.
Héctor Olimpo Espinosa Oliver, Gobernador de Sucre y exviceministro del interior, ha denunciado la infiltración de las bandas criminales en la política de la región. Según él, existe una dificultad para controlar esta infiltración por parte de las autoridades, lo cual pone en riesgo la integridad de los candidatos y la legitimidad de las elecciones.
El departamento de Sucre ha sido históricamente utilizado como un puente para el paso de drogas y armas entre el sur de Bolívar y el mar Caribe. Esta situación ha contribuido al aumento de la violencia en la región, que actualmente es escenario de una guerra entre el Clan del Golfo y una banda local conocida como ‘los norteños’.
El Gobernador Espinosa Oliver ha expresado su preocupación por el retroceso en materia de seguridad que ha experimentado la región en los últimos años. En su opinión, es fundamental evitar que las bandas criminales se infiltren en la política local y así evitar que las instituciones estén controladas por el narcotráfico.
Además de la inseguridad, el narcotráfico también ha impactado negativamente en los balnearios y zonas turísticas de Sucre. Las rutas del narcotráfico requieren controlar el territorio de los Montes de María, lo cual ha llevado a la intimidación de la población por parte de los grupos criminales.
El Gobernador ha pedido a los ciudadanos que salgan a votar para evitar la infiltración de la criminalidad y el narcotráfico en las elecciones. Sin embargo, reconoce que muchos candidatos están siendo extorsionados por estas bandas criminales, lo cual dificulta el ejercicio de la política y pone en peligro la integridad de los aspirantes a cargos públicos.
En resumen, el departamento de Sucre se encuentra en una grave crisis de inseguridad y violencia que pone en riesgo la estabilidad y el proceso electoral en la región. La infiltración de las bandas criminales en la política local, sumado al control del narcotráfico en la región, ha generado un ambiente de violencia y temor entre los ciudadanos. Es fundamental tomar medidas efectivas para combatir este problema y garantizar la seguridad de los candidatos y electores en las elecciones regionales.
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