A pesar de la aparente tensión que se ha presentado en los medios entre el Presidente de la República y Germán Bahamón, existen hechos que demuestran que la relación entre ambas partes va más allá de las diferencias. Un ejemplo de esto fue la reunión de Bahamón, Gerente de Fedecafé, con cuatro ministros del Gobierno Petro en el marco del Comité Nacional de Cafeteros, una reunión que se catalogó como una “tregua en las tensas relaciones”. Aunque algunos criticaron esta reunión, demuestra que hay más coincidencias que diferencias entre el Presidente y Bahamón.
En cuanto al manejo de los recursos del Fondo Nacional del Café, aunque Petro amenazó con la continuidad de este contrato, hasta el momento no ha tomado medidas para terminarlo. Sin embargo, es importante mencionar que tanto Bahamón como Petro han dejado de lado los problemas principales de los cafeteros, como el precio interno inferior a los costos de producción que ocasiona pérdidas económicas. Aunque el exministro José Antonio Ocampo afirma que los precios son superiores a los costos de producción, varios expertos consultados contradicen esta afirmación, mostrando que el precio actual de la arroba se encuentra por debajo de los costos.
Otro problema que no ha sido atendido por el gobierno ni por la Federación es el de las importaciones de grano, que han entregado el mercado interno y han perjudicado a los caficultores. Además, se ha denunciado la quiebra de tres de las 33 cooperativas cafeteras, sin que se hayan tomado medidas al respecto.
Aunque el Gobierno y la Federación se han reunido, el único acuerdo al que han llegado es el de la renovación de los cafetales y el apoyo en la compra de abonos. Sin embargo, este programa es insuficiente para solucionar el problema, ya que se requeriría intervenir al menos 120,000 hectáreas por año para cambiar la tendencia de envejecimiento de los cultivos. Teniendo en cuenta que en Colombia hay alrededor de 970,000 hectáreas de café, con el ritmo actual solo se completaría la renovación total en el año 2043.
Es evidente que acciones como el programa de renovación de cafetales y el paquete de créditos del programa Incentivo de Capitalización Rural no son suficientes para recuperar el sector cafetero. Se requiere de una política pública determinante para ajustar el precio interno y cambiar la forma en que se elige la dirigencia de la Federación, la cual ha sido acusada de participación en política electorera. Además, se cuestiona la transparencia en la gerencia de Fedecafé, ya que se ha demostrado que el sueldo de Bahamón no corresponde a lo que él afirma.
En conclusión, la supuesta tensión entre el Presidente de la República y Germán Bahamón es solo apariencia. Ambos han adoptado medidas similares a las de sus antecesores y han dejado de lado los problemas reales de los trabajadores del café. Las reuniones y acuerdos que han tenido son cortinas de humo que ocultan su negligencia para resolver los verdaderos problemas del sector.
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