La reunión anual del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial concluyó con un mensaje claro: las proyecciones de la economía mundial se han deteriorado debido a los estragos causados por el desbordado costo de vida. Sin embargo, Colombia ha obtenido mejores previsiones por parte de estos organismos, que apuntan a que la economía local terminaría este año con una expansión del 1.4%.
Oliver Gourinchas, economista jefe del FMI, destacó que la economía global se está recuperando del golpe de la pandemia y la guerra entre Rusia y Ucrania. Estos eventos fueron grandes contribuyentes a la excesiva inflación que enfrentan la mayoría de los países, ya que elevaron el precio del transporte marítimo y encarecieron materias primas como el trigo y los energéticos como el gas.
Para combatir estos elevados precios al consumidor, los bancos centrales han aumentado las tasas de interés, lo cual desincentiva el gasto de las personas y afecta el crecimiento económico, pero ayuda a enfriar los precios. A pesar de esto, Gourinchas enfatizó que aunque la actividad económica se ha ralentizado, no se ha estancado, pero el crecimiento sigue siendo lento y desigual, con crecientes divergencias.
Las proyecciones del FMI confirman que la generación de riqueza global crecerá un 3% este año, pero para 2024 se espera un incremento del 2.9%, lo cual indica una disminución de 0.1 puntos porcentuales frente a las proyecciones presentadas en julio. Además, se estima que la inflación no volverá a los niveles fijados como meta hasta 2025 en la mayoría de los países.
En el caso de Estados Unidos, se espera un crecimiento del 2.1% en 2023 y del 1.5% en 2024, lo cual es una buena noticia para Colombia, ya que es el país que más compra a sus empresas exportadoras. En cuanto a China, se espera una expansión del 3% este año y del 5% para el siguiente, a pesar de las dificultades crecientes derivadas de su crisis inmobiliaria.
A pesar de que la generación de riqueza en Colombia se ha desacelerado en los primeros dos trimestres del año, el FMI considera que la economía del país es resiliente y estima que cerrará el año con una expansión del 1.4% y en 2024 será del 2%. Sin embargo, los pronósticos de inflación no son tan alentadores, ya que se espera que cierre en un 11.4% este año y en un 5.2% el próximo año, lejos de la meta establecida por el Banco de la República del 3%. Queda por ver si habrá espacio para bajar las tasas siendo el tercer país de Latinoamérica con el costo de vida más alto.
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